La inflación mundial está en gran medida bajo control y los principales bancos centrales han iniciado sus ciclos de bajada de tipos. Esto incluye a la Reserva Federal de EE.UU., que redujo los tipos en 50 puntos básicos en septiembre. Aunque las economías se están enfriando, no esperamos recesiones generalizadas. Los rendimientos de la renta fija son relativamente altos en comparación con los últimos años, lo que ofrece un punto de entrada atractivo en esta clase de activos. Por tanto, esperamos rentabilidades totales positivas, impulsadas por el viento de cola de la bajada de tipos y los menores rendimientos.
¿Cuáles son las condiciones y los riesgos actuales del mercado?
Las condiciones del mercado reflejan la creencia de que la economía estadounidense puede lograr un «aterrizaje suave». La sólida rentabilidad de las empresas ha sido uno de los factores que han comprimido los diferenciales de crédito de los bonos con grado de inversión (IG) y de alto rendimiento (HY), que se han estrechado por debajo de sus respectivas medias a largo plazo. Los fundamentales de las compañías siguen siendo sólidos, con unos ratios de apalancamiento y cobertura de intereses en niveles cómodos, lo que indica que los inversores están recibiendo una compensación adecuada por asumir el riesgo de crédito. Esta opinión también se ve respaldada por las agencias de crédito, que prevén un entorno de impago relativamente benigno. Sin embargo, somos más prudentes con respecto a los bonos HY de menor calificación y somos muy selectivos en cuanto a la exposición a estos nombres.
Los principales riesgos del entorno actual pasarían por un deterioro del crecimiento económico, que podría afectar a los beneficios empresariales, y un rebrote de la inflación que podría obligar a los bancos centrales a detener los recortes de tipos. Ninguno de los dos escenarios es nuestra principal predicción.
¿Cómo pueden acceder los inversores a la renta fija?
El interés por las estrategias orientadas a los resultados está impulsando el interés y el crecimiento de los activos. Conseguir un rendimiento convincente con un riesgo controlado es un resultado atractivo para muchos inversores en renta fija, especialmente cuando el rendimiento de los depósitos en efectivo empieza a caer. Dentro de este grupo podría tener cabida nuestra estrategia de short dated enhanced income, cuyo objetivo es generar rendimientos superiores a los del efectivo al tiempo que proporciona una liquidez significativa.
En esta estrategia, nos concentramos en bonos a corto plazo de alta calidad, papel comercial y otros instrumentos de renta fija con vencimientos normalmente inferiores a un año. Nuestro objetivo es minimizar los riesgos de tipos de interés y de crédito para garantizar un perfil de rentabilidad estable, especialmente en lo que respecta a los posibles riesgos de depreciación. Además, esta estrategia ofrece una diversificación potencial dentro de una cartera de renta fija, con un equilibrio más eficaz entre riesgo y rentabilidad.
Segmentos atractivos en el universo de bonos
El primer paso para lograr un determinado resultado es identificar bonos que proporcionen ingresos fiables y resistencia en diversas condiciones de mercado.
El análisis a largo plazo de los mercados de crédito muestra que la combinación de bonos BBB (la calificación IG más baja) y BB (la calificación HY más alta) ofrece sistemáticamente los mejores resultados ajustados al riesgo. Este es el objetivo de nuestra estrategia de renta fija global. Los inversores que se concentran en estrategias gestionadas frente a índices de referencia de crédito tradicionales a menudo pasan por alto e infravaloran esta sección del mercado. Estructuralmente, la estrategia ha proporcionado ventajas interesantes, como rendimientos similares a los de la alta rentabilidad, con un riesgo similar al del grado de inversión.
Cuando se combinan con un análisis crediticio bottom-up y disciplinado, los bonos de renta fija globales pueden ser una opción atractiva para ofrecer resultados a los clientes.
Invertir en el clima, invertir para el futuro
Los bonos sostenibles, en particular los que se centran en la transición climática, presentan una oportunidad de inversión con visión de futuro. Muchos productos relacionados con el clima se concentran en la apariencia de la cartera, como los objetivos de emisiones o las etiquetas de bonos «verdes». En cambio, nuestro enfoque prioriza la descarbonización y la adaptación al mundo real. Al identificar las principales fuentes de emisiones en sectores como la energía, el transporte, los materiales, el sector inmobiliario y la industria, nos centramos en empresas con planes sólidos y creíbles de reducción de emisiones.
Nuestra estrategia de climate transition bond pretende capitalizar las iniciativas climáticas de varias décadas, ofreciendo rentabilidades atractivas y centrándose en un impacto medioambiental tangible.
Conclusiones
Actualmente hay entre 6 y 7 billones de dólares al margen del mundo de la inversión. Creemos que la renta fija ofrece un destino atractivo para gran parte de este capital. Los tipos de interés están bajando, lo que favorecerá la rentabilidad de la renta fija. Aunque las economías se están ralentizando, prevemos un «aterrizaje suave», especialmente en Estados Unidos. Por último, aunque no esperamos impagos a gran escala, seguirá siendo crucial una selección cuidadosa para evitar activos poco rentables.