La renta variable europea sigue siendo poco apreciada en ciertos círculos. Muchos sectores se consideran relativamente comunes si se comparan con el vertiginoso mundo de los "Siete Magníficos" valores tecnológicos estadounidenses. 

Sin embargo, si se analiza más de cerca, se aprecia la cantidad de empresas de alta calidad que ofrecen crecimiento y pagan dividendos atractivos.

Además, dado que las valoraciones de las acciones tanto de crecimiento como de valor siguen siendo bajas, los ingresos por dividendos desempeñan un papel cada vez más importante en la rentabilidad total. Por eso creemos que los inversores deberían considerar las rentas europeas como parte de una cartera más amplia.

¿Cómo se traduce esto en la práctica?

A veces una empresa es más grande que la suma de sus partes. Por ejemplo, Schneider Electric. Fabrica productos de energía eléctrica, como cargadores para coches, accesorios para cables y transformadores de tensión. Hasta aquí, lo cotidiano. Sin embargo, a través de sus productos, la compañía está expuesta a algunas de las principales tendencias que configuran nuestro futuro: centros de datos, electrificación, automatización y digitalización.

Schneider es una empresa líder con escala y una exposición considerable a mercados finales de calidad. También cuenta con un equipo directivo visionario, con un historial de identificación de los cambios y oportunidades del sector en los mercados emergentes. En consecuencia, su crecimiento en relación con sus homólogas ha sido excelente. ¿Y para el inversor en rentas? La empresa ha aumentado regularmente el pago de dividendos. Este año, Schneider pretende devolver el 50% de sus beneficios en forma de dividendos.

Muchos inversores preocupados por el clima evitan sectores que generan muchas emisiones, como la energía, el transporte y la industria. A primera vista, esto tiene sentido. Sin embargo, en nuestra opinión, no resolveremos el problema del cambio climático invirtiendo únicamente en empresas con una huella de carbono reducida. Es importante encontrar negocios con planes de descarbonización creíbles que ofrezcan resultados tangibles en el mundo real.

Otro ejemplo lo tenemos en TotalEnergies, una empresa de petróleo y gas. Tiene una estrategia multi-energía bien establecida, clara y bien equilibrada. La empresa fue una de las primeras en apostar por las renovables y ahora tiene una capacidad de energía renovable significativamente superior a la de sus competidores. TotalEnergies prevé aumentar su producción de energía un 4% anual hasta 2030, impulsada por el gas y las energías bajas en carbono (principalmente renovables).

Desde el punto de vista empresarial, su balance está saneado y se espera que en los próximos años se aproxime a una situación tesorería neta. Se trata de una buena noticia para los inversores en rentas. TotalEnergies tiene un historial de aumento de sus dividendos y ahora tiene previsto devolver a sus accionistas más del 40% de su flujo de caja procedente de las operaciones. Junto con una posible rentabilidad por dividendo de alrededor del 4,5% para 2024 y unas atractivas previsiones de crecimiento de los beneficios, creemos que está preparada para ofrecer una atractiva rentabilidad total al accionista.

En el lado más glamuroso de la inversión, tenemos a Inditex. Se trata del mayor grupo mundial de moda rápida, con más de 7.200 tiendas en 93 mercados de todo el mundo. Su marca insignia es Zara, pero también posee otras marcas populares, como Pull&Bear, Massimo Dutti o Bershka.

Recientemente visitamos la compañía para conocer a fondo su ecosistema minorista, desde el diseño del producto hasta la fabricación y la distribución. Fue una reunión interesante, ya que todos los canales funcionan bien y la expansión en curso en EE. UU. es una gran oportunidad. Según el grupo, las ventas en 2023 crecieron un 10,4%, lo que permitió al consejo anunciar un aumento del dividendo del 28%. Con unas perspectivas positivas, Inditex se viste de éxito y podría ser una incorporación llamativa a cualquier cartera.

Conclusiones

El clima económico actual es difícil. Y, con el descenso de la inflación (aunque con baches por el camino), llegan los recortes de tipos. El Banco Central Europeo ha empezado a reducirlos en junio. Esto es potencialmente positivo para los valores que ofrecen rentas, ya que los inversores están más dispuestos a pagar una prima por la rentabilidad por dividendo que ofrecen. Por supuesto, no todas las empresas son iguales. Por eso seguiremos centrándonos en aquellas con balances sólidos, equipos directivos capaces y estrategias empresariales definidas. En Europa no faltan empresas de este tipo.

Las compañías se seleccionan únicamente con fines ilustrativos para demostrar el estilo de gestión de inversiones descrito en este documento y no como recomendación de inversión o indicación de resultados futuros. El valor de las inversiones, y los ingresos derivados de las mismas, pueden bajar tanto como subir y un inversor puede recuperar menos de la cantidad invertida. La rentabilidad pasada no es indicativa de resultados futuros.