Las perspectivas económicas a largo plazo de un país dependen de muchos factores. Sin embargo, podría decirse que el factor determinante más importante es la formulación de políticas sólidas. A este respecto, si bien la perfección es imposible, lo más importante es garantizar un progreso incremental mediante la dirección correcta de la marcha en tantas áreas clave como sea posible. Teniendo esto en cuenta, pocos dudarían de que en la última década, India ha superado la prueba de la direccionalidad general.

Creemos que un conjunto de factores políticos destacados serán fundamentales para las perspectivas de crecimiento de la India. Entre ellos figuran la política de federalismo competitivo, el avance hacia un nuevo ecosistema digital integral y el impulso a favor de más fuentes de energía renovables. Aunque todos ellos son factores de política interna, las tendencias geopolíticas externas también parecen cada vez más favorables para el país.

La importancia de la formulación y la orientación de las políticas

Según la teoría económica estándar, el crecimiento económico a largo plazo se reduce en gran parte a la mejora de la productividad laboral. Otros factores, como la disponibilidad de mano de obra y la tasa de actividad, también son importantes. No obstante, como señaló Paul Krugman, "la productividad no lo es todo, pero a largo plazo lo es casi todo". Cuando profundizamos en lo que impulsa la productividad, surgen tres factores clave: el capital físico, el capital humano y el cambio tecnológico. Un aspecto crucial es que la formulación de políticas influye en todos estos elementos.

Dejando a un lado la teoría, creemos que la buena formulación de políticas es el factor más importante que eleva a las economías emergentes al nivel de naciones desarrolladas. Evidentemente, las políticas sólidas también deben combinarse con una buena aplicación, que a su vez está vinculada a factores como el Estado de Derecho, la solidez institucional y la calidad del liderazgo político.

En lo que se refiere a la formulación de políticas, la lista de ámbitos susceptibles de mejora en India (como las reformas laboral y agraria) es larga. Sin embargo, los avances significativos en otros ámbitos hacen que la dirección general de la política sea buena. Entre las reformas más citadas figuran la flexibilización de las restricciones a la inversión extranjera y el refuerzo de la legislación sobre quiebras. El paso a un nuevo régimen fiscal en 2017, que incluyó la introducción de un impuesto sobre bienes y servicios en todos los estados, también fue un éxito. Esto dio lugar a una drástica simplificación fiscal, creando de hecho un "mercado común" en los 36 estados de la Unión. La política mejoró enormemente la eficiencia del comercio interior, apoyando el crecimiento de los ingresos y la consolidación fiscal.

Estos avances han favorecido sin duda el clima empresarial de la India. En la última década, hemos asistido a un aumento de la inversión extranjera directa (IED) (gráfico 1) y a un fuerte crecimiento medio del PIB real.

Fuente: Banco de la Reserva de la India. Nota: las cifras para 2021-22 son provisionales

El reto para la India será garantizar que la dirección general de la marcha siga siendo positiva en la mayoría de las áreas clave. En este sentido, creemos que cuatro factores podrían tener un gran impacto...

Federalismo competitivo

Un motor importante de la actual trayectoria de desarrollo de la India, y que quizá no reciba demasiado crédito, es la política de potenciación del Estado. Antes de 2014, la formulación de la política económica india se promulgaba en gran medida a través de una Comisión de Planificación centralizada que, al igual que en China, dictaba planes nacionales de desarrollo quinquenales. Sin embargo, se reconoció que este enfoque único era inadecuado para un país tan diverso como la India, con sus distintas fortalezas y debilidades regionales y diferentes niveles de desarrollo económico.

En 2015, el gobierno de Narendra Modi sustituyó el antiguo modelo descendente por un enfoque ascendente. Se dio mucha más autonomía a los gobiernos estatales, respaldada por crecientes asignaciones fiscales. Y lo que es más importante, se dio a cada estado más libertad para competir entre sí. Este fue uno de los principales objetivos declarados de la Institución Nacional para la Transformación de la India (NITI Aayog), el máximo organismo de política pública que sustituyó a la Comisión de Planificación. En lugar de dictar políticas, NITI Aayog desempeña un papel facilitador, que incluye el fomento de las mejores prácticas y la evaluación y clasificación de los estados en función de parámetros clave de desarrollo.

Fuente: "State Ranking 2023", CareEdge Ratings. Nota: las clasificaciones generales compuestas se basan en el rendimiento de los estados indios en los siete pilares clave: económico, fiscal, inclusión financiera, social, infraestructuras, gobernanza y medio ambiente.

El fundamento del federalismo competitivo es el reconocimiento de que cada Estado es el mejor situado para elaborar políticas que se ajusten a la realidad local. La competencia entre Estados estimula los esfuerzos por mejorar las condiciones de las empresas locales para atraer inversiones e impulsar el crecimiento. Al mismo tiempo, una mayor atención a las ventajas competitivas locales reduce el despilfarro y mejora la asignación de recursos.

Para que el federalismo competitivo funcione, es esencial que los Estados vayan adquiriendo poder con el tiempo. Esto se refleja en parte en la participación de los estados indios en los ingresos centrales, que ha pasado del 32% en 2015/16 al 42% en 2021/22. Dicho esto, la política de federalismo competitivo está aún en sus inicios, con un potencial significativo para una mayor autonomía y competencia interestatal en los próximos años.

Digitalización: impulsar la eficiencia y el crecimiento

Podría decirse que la política más fructífera de la India en la última década ha sido la de construir un nuevo y completo ecosistema digital. Conocido en su día como "pila India" y rebautizado posteriormente como "infraestructura pública digital" (IPD), se refiere al conjunto de plataformas digitales de cara al público que están teniendo un gran impacto en muchos sectores de la economía.

La IPD india se basa esencialmente en tres "niveles": identidad, pagos y gestión de datos. El elemento básico más importante es Aadhaar, un sistema de identidad digital biométrica que ya cubre prácticamente a todos los 1.400 millones de habitantes de la India. El nivel de gestión de datos, conocido como "Digilocker", utiliza el sistema de identificación único de 12 dígitos Aadhaar para ofrecer a los ciudadanos un acceso en línea seguro y garantizado por el gobierno a documentos clave, como la documentación fiscal y los certificados de vacunación. El nivel de pagos digitales, denominado "Interfaz Unificada de Pagos" (UPI), permite realizar pagos móviles. En resumen, la UPI permite a los ciudadanos verificar su identidad, obtener documentos clave y realizar pagos a través de sus teléfonos personales de forma fácil y segura.

Fuente: abrdn

Como ocurre con la mayoría de las infraestructuras públicas físicas, la responsabilidad de los elementos clave de la IPD recae en el gobierno. Esto tiene sentido dados los beneficios públicos, como la tramitación eficiente de las transferencias sociales directas y la ayuda a la aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible. El FMI calcula que el traslado de los pagos de prestaciones sociales a cuentas bancarias vinculadas a Aadhaar reducirá las pérdidas por corrupción en 34.000 millones de dólares, o más del 1% del PIB de la India, entre 2013 y 2021 (1).

Sin embargo, los beneficios de la IPD se extienden más allá del ámbito público, impulsando áreas como el comercio electrónico, la banca y el acceso al crédito, y la innovación. Un indicio notable de ello es que un país antaño famoso por el predominio de las transacciones informales en efectivo está adoptando rápidamente los pagos digitales. De hecho, el gráfico 2 muestra que en abril de 2023, en términos de volumen, la plataforma UPI representaba el 88% de todos los pagos no monetarios en el sector minorista de la India, frente al 56% en abril de 2020. Del mismo modo, el sistema Aadhaar es un asombroso ejemplo de coste-beneficio en el sector privado. Ha reducido los costes de due diligence de los bancos por "conocer a su cliente" de 700 INR a solo 3 INR por solicitud, lo que ha contribuido a reducir los costes de tramitación de préstamos en casi un 75% (2).

Transición energética: oportunidades y crecimiento

Uno de los principales objetivos políticos del Gobierno indio es perseguir un modelo de desarrollo económico más limpio y menos intensivo en carbono. Un objetivo notable es garantizar que el 50% de las necesidades de electricidad se generen a partir de fuentes de energía renovables para 2030 (véase el Gráfico 3). Numerosos indicadores sugieren que India va por buen camino en su transición energética. Por ejemplo, recientemente se ha hecho con el cuarto puesto mundial en cuanto a capacidad de energía renovable instalada (después de China, EE.UU. y Alemania). Sin embargo, el tamaño y el margen de crecimiento de la India implican un creciente apetito por la energía, como lo demuestra la incorporación de 50 millones de nuevas conexiones eléctricas domésticas cada año (de media) en la última década.

Fuente: Statista, AIE, noviembre de 2022. *objetivo del gobierno. https://www.statista.com/chart/27963/india-energy-mix/

Los elementos generales de las aspiraciones de transición energética de la India están claros. Esto incluye perseguir una mayor electrificación, una mayor penetración de combustibles más limpios en la combinación energética, la adopción acelerada de tecnologías energéticamente eficientes y la mejora de la eficiencia de los materiales. Por supuesto, todo esto requerirá enormes inversiones tanto a nivel federal como estatal, así como del sector privado.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que la India necesitará una inversión media anual de 160.000 millones de dólares (en torno al 4,7% del PIB) sólo de aquí a 2030 si quiere alcanzar su objetivo de cero emisiones netas en 2070, el triple que en los últimos años (3). Los considerables desembolsos que India necesita para su transición energética deberían ser un importante motor tanto de oportunidades de inversión como de crecimiento económico en los próximos años.

Viento de cola geopolítico

Mientras que la formulación de políticas es necesariamente endógena, otros factores clave de direccionalidad pueden ser más exógenos. En el caso de India, se trata de la geopolítica. En particular, la creciente rivalidad entre las economías número uno y número dos del mundo, Estados Unidos y China, respectivamente. En este clima, India parece un aliado estratégico ideal para Estados Unidos. Después de todo, es la "mayor democracia del mundo" y la quinta mayor economía, con una enorme frontera terrestre con China.

Como puso de manifiesto la visita de Estado del primer ministro Narendra Modi a EE.UU. en junio de 2023, la asociación de India con EE.UU. parece ir a más. De hecho, en las efusivas palabras del nuevo acuerdo de Asociación Global y Estratégica entre Estados Unidos y la India, "ningún rincón de la empresa humana queda sin tocar entre los dos grandes países". Entre las áreas de cooperación destacadas en el comunicado conjunto se encuentran la tecnología y la transición a las energías limpias, dos motores clave del crecimiento para India, que puede aprovechar los amplios conocimientos, la fuerza del capital y el patrocinio directo de Estados Unidos.

Una de las principales consecuencias de las crecientes tensiones comerciales entre EE.UU. y China ha sido que las empresas multinacionales de todo el mundo intentan reducir la dependencia de China en su cadena de suministro. Este es un ámbito en el que la India, ayudada por su ventaja regional en costes laborales (gráfico 4), puede tratar de llenar el vacío. Dado un aumento del 260% en las exportaciones indias de productos electrónicos a Estados Unidos entre 2018-22, la direccionalidad en este frente ya puede parecer buena. Sin embargo, en realidad, la cuota de mercado global de la India en las importaciones de productos electrónicos estadounidenses sigue siendo minúscula, inferior al 1 % (4). Por ello, en medio de las crecientes conversaciones sobre estrategias "China más X", existe una oportunidad real para que la India aproveche las tendencias geopolíticas y las reformas locales para abordar su histórico "eslabón débil" de la fabricación.

Implicaciones para la inversión

Creemos que la orientación de las principales reformas económicas, junto con las tendencias geopolíticas, son muy favorables para el crecimiento a largo plazo de la India y para las perspectivas de inversión. En cuanto a la renta variable, el impulso de las energías limpias significa que la India alberga algunos de los mayores proyectos de energías renovables del mundo, ayudando a empresas como Renew Power, la mayor "empresa de soluciones de descarbonización" del país, y Suzlon Energy, su mayor productor de turbinas eólicas. Al mismo tiempo, la revolución de la infraestructura digital, combinada con la mejora de la infraestructura física (incluida la conectividad a Internet), está impulsando un auge del comercio electrónico, ayudando a empresas como el gigante de las compras en línea Flipkart, la compañía de seguros PolicyBazaar y la empresa de contratación en línea InfoEdge.

La direccionalidad de las políticas también respalda la iniciativa "Fabricar en la India" (MII), que pretende animar e incentivar a las empresas para que desarrollen, fabriquen y ensamblen productos en el país. A medida que se desarrollen las iniciativas MII en 25 sectores económicos, esperamos ver un aumento de las oportunidades de inversión, la creación de empleo y la generación de beneficios empresariales. También debería aumentar la autosuficiencia económica de la India.

En cuanto a los bonos, el fortalecimiento de la economía india y las reformas en curso han respaldado los principales fundamentos del crédito. Entre ellos figuran la recaudación fiscal en relación con el PIB y las reservas de divisas, así como una mayor estabilidad de la moneda local.

Esta última es importante, ya que facilita el comercio y los flujos de capital. También reduce la prima de riesgo adicional que los inversores mundiales buscan para compensar los riesgos monetarios. Al mismo tiempo, la creciente confianza de la India en su capacidad para gestionar los principales riesgos está propiciando un entorno receptivo para los inversores extranjeros. Los mercados de bonos indios son más accesibles que nunca para los inversores extranjeros. Un motor especialmente importante (y una reforma clave en sí misma) fue el lanzamiento de la "Ruta Totalmente Accesible" (FAR, por sus siglas en inglés) en 2020, que permitió a los inversores extranjeros comprar títulos de deuda pública designados sin restricciones (5).

El conjunto de valores FAR indexables se aproxima ya a los 400.000 millones de dólares, lo que representa más del 30% del mercado de deuda pública. El mercado global supera los 2 billones de dólares y ofrece una buena liquidez. Por tanto, el argumento a favor de la inclusión de la India en los índices de bonos mundiales es sólido. Para reflejar mejor la mayor accesibilidad del mercado, también creemos que debería haberse aumentado la ponderación en los actuales índices de bonos asiáticos en moneda local. En la actualidad, los inversores poseen menos del 2% del mercado de renta fija nacional, que apenas figura en las carteras mundiales. Esto sugiere que hay mucho espacio para que las asignaciones crezcan en los próximos años. Para los inversores, una mayor accesibilidad significa la oportunidad de mejorar la diversificación y obtener exposición a un mercado de renta fija relativamente estable, de alto rendimiento y de gran tamaño de un importante país de rápido crecimiento que ha obtenido sistemáticamente mejores resultados durante muchos años.

En resumen

A la hora de evaluar las perspectivas a largo plazo de cualquier país, puede resultar útil analizar la dirección de los principales factores políticos. Aunque se trata necesariamente de un proceso continuo, con muchas áreas de mejora, India está marcando muchas casillas en este frente. Destacan la política de "federalismo competitivo", la expansión del ecosistema digital nacional y los esfuerzos para garantizar la transición energética de la India.

Al mismo tiempo, India parece bien situada para beneficiarse de la intensificación de la rivalidad entre Estados Unidos y China. El país también puede aprovechar los crecientes esfuerzos de las empresas mundiales por reducir la dependencia de China en la cadena de suministro.

Estos factores deberían contribuir a impulsar las oportunidades de inversión y el crecimiento en la India durante décadas. Y lo que es más importante, una inversión y un crecimiento sólidos y sostenidos deberían beneficiar la vida de los 1.400 millones de ciudadanos de la India, sacando a millones más de la pobreza.